37: Autocompasión
Me di cuenta que no me estaba permitiendo perdonar mis errores y por contrario estaba castigándome cada que recordaba lo que no hacía.
Hace poco recibí un mail de substack notificándome que hacía meses que no escribía.
¡MESES! 😵
“Mal-di-ta sea”, pensé.
Algo que quería hacer cada semana, se convirtió en “la siguiente semana lo hago” y aquí estamos después de meses 🤡.
Se suponía que para este entonces debía tener un buen ahorro para emergencias, ya hubiese tenido mas publicaciones en mi newsletter, ya debía haber bajado los +5 kg que tengo encima, y muchas otras cosas que con ilusión empecé el año.
Hoy me doy cuenta que en algunas voy a la mitad del camino y otras tuve que hacer unos pequeños cambios.
💰 No tengo el fondo de emergencias de 3 meses, pero si tengo un colchón en las aportaciones voluntarias para el retiro (lo logré automatizando el cobro, así que eso haré para mi fondo de emergencias).
Lo cierto es que el dinero se me ha ido en adaptaciones y mejoras en la casa, así que no todo está perdido.
✍️ No he escrito, pero he leído algunos libros y culminado varios de los cursos que tenía en mente hacer este año, así que en lo sucesivo te compartiré un poco sobre ellos.
🏋️♂️ No he bajado los kilos que he subí desde el nacimiento de mi segundo bebé, pero he retomado el ejercicio y aunque ya no tengo oportunidad de hacerlo todos los días, de menos 2-3 veces por semana lo hago.
Dejé de escribir.
Luego quería reponer los newletters de semanas pasadas (algo que se volvió insostenible) así que lo dejé para después y ese después ya sabemos en qué se convirtió.
Me di cuenta que no me estaba permitiendo perdonar mis errores y por contrario estaba castigándome cada que recordaba lo que no hacía.
Me estaba juzgando por no hacer las cosas, en lugar de ponerme a hacerlas.
Así que revisando mi galería me encontré esta foto que tomé una mañana de un domingo, almorzando con mi familia.
Hacer las cosas de manera distinta
¿Qué tiene de especial? te preguntarás.
Le partí un poco de papaya a Sofi, y en lugar de aceptarme un tenedor quiso este soporte para hacer paletas de hielo.
Le dije que no iba a poder comer con eso, pero mi hija está en esa etapa en la que quiere hacer todo a su modo. Acto seguido insertó esta base en un pedazo y como la fruta todavía estaba firme pudo sostenerse 🤡.
Me cerró la boca con eso y tuve que decirle que en parte tenía razón.
Le aclaré que quizás no era la forma mas eficiente de comer fruta, pero que en efecto podía comerla con eso.
¿Por qué te cuento esto?
Porque eso me hizo replantearme lo que hago en mi día a día, analizando primero por qué las hago y luego cómo las estoy haciendo.
También pensé en todo lo que no hago para no salir salir de la zona de confort.
Por ejemplo, casi todos los programas que utilizo para trabajar son en línea: comunicación con mi equipo, documentar procesos, gestionar passwords, reuniones con clientes y/o colaboradores, edición e imagen.
Todas las apps, excepto el software contable que seguía amarrándome a un lugar físico y a un equipo en específico.
Así que me puse a analizar opciones en el mercado hasta que encontré con una que me agrada y que con un poco de feedback hacía ellos podría mejorar.
Mucho de ese rechazo fue porque estaba muy cómodo trabajando de la forma en la que lo había hecho hasta ahora. Cambiar representaba una nueva curva de aprendizaje que muchas veces no queremos tomar.
Entonces este mes hice ese pequeño switch de app para llevar contabilidad en línea, en el que estoy a nada de que el despacho sea 100% remoto.
Lo cuál me permite trabajar realmente con clientes de todas partes del país 🚀.
Me dio risa porque, para alguien como yo, que trabajo en tecnología este cambio debió haber sucedido hace mucho tiempo atrás 🤡.
Sin embargo, este tiempo ha sido interesante pues he incrementado x10 la forma en la que obtengo información contable para cumplir con las obligaciones fiscales y darle oportunamente estas herramientas a los contribuyentes.
Cosas buenas siempre vienen con los cambios.
Cuéntame, ¿Qué has hecho últimamente? Igual y me uno a tu proyecto o te comparto como puedes dar ese primer paso.


Saludos Israel.
Es bueno tenerte de regreso.
Muy buenas reflexiones, por lo general así pasa, entre el ajetreo del día, se nos pasan las cosas y cuando menos acordamos, han pasado meses o incluso años